- Si te gustan los generosos o sherry wines, estás de enhorabuena. Si no te gustan todavía, te invitamos a probarlos y, en este bar-restaurante jerezano, tienes cantidad y calidad bien armonizada con sus exquisitas tapas
¡Atención, amantes del buen beber y del mejor yantar! Si estáis por Jerez, no podéis perderos La Vermutería del Sherry, al que se accede por un arco que te va llevando hacia el paraíso de los generosos en un precioso establecimiento dentro del Sherry Park Hipotels Hotels & Resorts.
En el año y pico que lleva abierto se ha convertido en el lugar de peregrinaje imprescindible para los sherrylovers y, si tú todavía sigues siendo winelover a secas, empieza por sus vermús, que, al estar elaborados con la base de los generosos, sobre todo con los olorosos o los dulces de Pedro Ximenez y moscatel, tienen ya el dulzor natural y no necesitan azúcares ni caramelos añadidos. Ahora bien, también los hay elaborados con palo cortado y con amontillado y ¡sorpresa! están fantásticos.
Poseen más de 10 referencias de las mejores bodegas de la zona, como el vermú artesano de Manuel Aragón, el vermú blanco de Fernando de Castilla o el Reserva especial colección Roberto Amillo (si coincido contigo y te veo tomando uno de los comerciales, te juro que te pego, aviso). Como la lista de los jereces de las mejores bodegas locales, irán ampliando la selección, así que tendré excusa para volver. Y tú para ir.
Por si fuera poco, la carta se completa con otros vinos de la Tierra de Cádiz, tranquilos blancos, rosados y tintos, que NO tienen nada que envidiarle a ninguna de esas denominaciones tan conocidas porque les sobra dinerito para pagar el marketing para que tú las pidas por defecto en los bares. ¿Me explico, verdad?
Sherry, el mejor vino para maridar del mundo
Puesto que no solo de beber vive el hombre (o la mujer, en este caso), La Vermutería del Sherry marida todo lo anterior, con una excepcional carta de tapas y raciones que quita el ‘sentío’.
Yo confieso que me puse fina, porque supe que estaba ante un gran cocinero que sabe integrar los sherry wines en la gastronomía andaluza desde que me pusieron por delante la bomba de camarones y langostinos al amontillado, con esa bechamel cremosa que servía de colchoncito para el potente sabor del marisco, ¡como si te comieras la cabeza de un carabinero!
A esa delicia le siguió la croqueta de rabo de toro y no pude resistirme al buñuelo nero de setas con alioli, al que se sumaron, en la sección «De nuestros mares», los mejillones al fino en rama con hierbas frescas y la albondiguilla de choco al fino, un maridaje de los dioses.
Tampoco habría aventurado yo que podría estar tan equilibrado el molletito de puntillitas con esa salsa en su justa medida para que no se te quede ni seco ni pringoso, ¡y le da cien patadas al bocata de calamares madrileño, ladrillo sin mayonesa ni salsa brava siquiera!
Sherry con atún, el matrimonio perfecto
Y para los fanáticos del atún, como es mi caso, debéis probar toda la selección de platos con atún de almadraba, sin excepción. La estrella es este atún macerado con lima, mayonesa de chipotle y crujiente de maíz, un festival para el paladar maridado con el fino La Janda de Álvaro Domecq, que siempre tengo una botella en la nevera.
Probé, y has de probar, la tosta de tartar con trufa, tomates secos y wasabi, así como el atún picante sobresalmorejo, imprescindibles ambos con el estupendo palo cortado Bertola de Díez Mérito, no sabes cómo se acarician y se elevan mutuamente en el paladar…
El interiorismo, donde han echado el resto con muy buen gusto en toda la paleta de marrones y beig, es ideal tanto para un aperitivo informal como para una comida con amigos o una celebración especial. Caben 90 personas repartidas entre la barra, las mesas altas y una pérgola exterior donde disfrutar de la terraza sin asarte de calor, así que podría celebrar mi boda si tuviera candidato. Aunque igual puedo casarme conmigo misma, como hizo Candela Peña en la película La boda de Rosa.
Total, que, después de pasar por Vinoble y probar muchos generosos, muchos vermús y mucho atún, puedo asegurar y aseguro que La Vermutería del Sherry es mi nuevo bar favorito en Jerez. Una oda al vermú y a los vinos jerezanos con una propuesta gastronómica supercuidada y un ambiente de lo más agradable. Decid que lo habéis leído en Vermú Torero, que seguro que se acuerdan de mí… y estoy segura de que os tratarán como reyes. ¡Salud! 🥂