• Como el espacio de Ponzano donde las brasas son las reinas se quedaba corto, los hermanos Rivera abrieron nueva sede a cuatro pasos para ofrecer sus mejores platos de cuchara

Taberna Riverita es la última apuesta de los hermanos Rivera, que llevan años demostrándonos que la mejor tendencia culinaria es el producto de calidad porque, le hagas lo que le hagas, nunca pasa de moda. 

En el restaurante Candeli nos tienen acostumbrados a unas excelentes brasas, tanto de un buen rodaballo o un carabinero exquisito, como de un T-Bone con la maduración justa para que no te sepa como morder una vaca moribunda. 

Pero ya íbamos viendo que, en guisos, son muy top. Las alubias melosas y jugosas, las kokotxas con delicado pilpil o los callos con su punto de picante ideal anunciaban unas artes que se quedaban cortas en este local de Ponzano.

Por eso han abierto a la distancia de un pequeño túnel subterráneo la coqueta Taberna Riverita («ni políticos, ni toreros, somos taberneros», aclaran) donde el productazo de toda España sigue siendo el protagonista. Desde los encurtidos o el pan de Guadalajara para untar en la salsa de la ensalada de tomate con ventresca de bonito, pasando por la brandada de bacalao gratinada, impresionante; hasta las navajas en conserva con salsa de callos, que TE QUIERES MORIR. 

Tampoco faltan clásicos tabernarios como la ensaladilla rusa o las chacinas, así como el mejor marisco de lonjas españolas.

Pero, por encima de todo, reinan los guisos: más allá de las sugerencias del día, no te puedes perder el de callos caseros ni el rabo de toro, que te pide comerte cada trocito meloso de carne con una buena cucharada de esa abundante salsa de textura suave y de sabor intenso para degustarlo con toda su enjundia. 

A los postres, hay que probar la tarta de queso, de las cremosas pero sin llegar a ser líquidas, con helado de galleta, que hay que comer por separado para apreciar ambos sabores. Y aunque ya no te quepa nada, déjate agasajar por el pionono. 

La selección de vinos corre a cargo de Alberto Rivera, maitre y sommelier, que lo mismo te sorprende con un vino natural rompeprejuicios como el García Viadero blanco de Albillo, como te deleita con un rico godello de Acoroa y un clásico tempranillo de Leda para armonizar.

Durante la pandemia, crearon Candelivery con dos menús Pica-pica (desde 45 euros) con postre, vino y cuatro platos de esos que se conservan bien en los trayectos a domicilio, como los embutidos, las albóndigas mar y montaña de vaca vieja y calamar o los dados de solomillo.