- ¿Conoces los blancos, rosados, espumosos y tintos de sus cuatro islas? Pues llevan siglos vinificando y, actualmente, exportando a los países de sus veraneantes europeos
A pesar de que su tradición vitivinícola se retrotrae a los fenicios y los romanos, la mayoría de las denominaciones de origen (DO) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de los vinos de Baleares aún son desconocidas para los españoles. Sin embargo, exportan mucho a británicos, franceses y alemanes, que prueban sus vinos cuando veranean en sus islas y los piden para degustarlos en casa el resto del año.
Para empezar, existe una IGP Vino de la Tierra Illes Balears, que acoge vinos de todo el archipiélago elaborados con las variedades blancas: moll, chardonnay, macabeo, malvasía, moscatel de Alejandría, moscatel de grano menudo, parellada, riesling, viognier y sauvignon blanco; y con las variedades tintas: callet, manto negro, fogoneu, monastrell, cabernet sauvignon, merlot, syrah, tempranillo y pinot noir.
- ÁN/2 es un buen ejemplar, de la bodega Ánima Negra, con un coupage de manto negro, fogoneu, syrah y la predominante callet, que le presta su carácter, bien suavizado durante 13 meses en barrica. 13,5% Vol y unos 20 euros.
Vinos de Baleares en la isla de Mallorca
IGP Vinos de la Tierra de Mallorca es la certificación que representa vinos de toda Mallorca, donde se dan variedades autóctonas como las mencionadas previamente, además de la giró ros. Por no hablar de que son perfectos para darse un manjar con cualquiera de las delicatessen gastronómicas mallorquís.
- El Viognier 2019 lo recomendamos porque esta variedad, conocida como ‘la uva del infierno’ debido a la dificultad de su cultivo, se trabaja poco en Mallorca. En nariz es tropical, mientras que en boca es salino, fresco, muy voluminoso y untuoso. 13,5% Vol y 16,00 euros.
La DO Pla i Llevant agrupa catorce bodegas del centro y el este isleños, donde se elaboran blancos, rosados, tintos y espumosos con las tintas callet y manto negro y las blancas prensal y giró. Aunque también juegan con variedades foráneas.
- Sa Vall Selecció Privada 2014 de Vins Miquel Gelabert es un estupendo blanco con giró blanc, viognier y un poco de pinot noir, envejecido en barrica, superfino, equilibradísimo, nada ácido, más bien glicérico. 13,5% Vol y 22,50 euros.
- Callet 2017, de Can Majoral, bodega de elaboración ecológica de Pla i Llevant, un 100% callet, la variedad tinta autóctona, fresca. Con siete meses en barrica, es de un rubí clarito muy bonito, te lo puedes beber a solas sin complejos. 13% Vol y 16,50 euros.
La DO Binissalem se encuentra en el centro de Mallorca y conserva su tradición respecto a los vinos de Baleares desde el siglo I antes de Cristo (a.C.), con una superficie actual de 600 hectáreas y más de quince bodegas, de cuyas creaciones recomendamos estas:
- El Nounat blanco es un prensal con chardonnay divino, una de las estrellas a nivel internacional de Binigrau, una bodega familiar arropada por la Tramontana. En nariz es un mundo y en boca tiene estructura redondeada y acidez equilibrada. 14% Vol y 16,75 euros.
- Finca Biniagual Verán 2016 de Bodega Biniagual es una delicia de tinto corpulento, aterciopelado, especiado y sabroso; un pequeño porcentaje de syrah y cabernet sauvignon, que aporta color a la predominante manto negro. No en vano, su versión monovarietal es mucho más ligera ¡y pasaría por rosado! 14,5% Vol y 24,90 euros.
La IGP Serra de Tramuntana-Costa Nord comprende 18 municipios de la costa norte de Mallorca, bajo la influencia de los vientos de la Sierra de la Tramontana, de donde salen vinos muy potentes.
- Supernins es un homenaje a los habitantes homónimos del escondido Valle de Superna, que le presta el toponímico a la bodega Son Vich. Este manto negro de altitud es su tinto más actual, pura fruta roja y negra, voluptuoso, especiado y mineral. 14,5% Vol y 15 euros.
Vinos de Baleares de la Tierra de Formentera
Desde el siglo XIII, los campesinos de Formentera ya ejercían la vitivinicultura, sin embargo, actualmente, conocemos dos bodegas, de las que destacamos estos dos vinos bien representativos de sus variedades autóctonas:
- Savina 2019, de la bodega ecológica Terramoll, en La Mola, es un blanco joven con entre 65 y 75% viognier y el resto de malvasía, garnacha blanca y moscatel. Es goloso, con buena acidez, muy sutil y final largo en boca. 13,5% Vol y 18,15 euros.
- Cap de Barbaria 2015 es un tinto de la bodega homónima, un blend de monastrell, fogoneu, cabernet y merlot con un año de barrica y tres en botella. Son vinos de isla a los que se les nota mucho la influencia del mar, el rocío, que le aporta toques salinos, fluorados. 14,5% Vol y 35 euros.
IGP Vino de la Tierra de la Isla de Menorca
Hay aproximadamente una decena de productores que sacan unas doscientas mil botellas anualmente. Suelen trabajar con la chardonnay especial de Menorca y con malvasía, pero están replantando callet, manto negro, gorgollassa o giró.
- Tanca 12 es un chardonnay de la mejor parcela de la bodega Binifadet, con nueve meses en barrica con sus lías, más una crianza de nueve meses en botella. Se caracteriza por su frescor y elegancia, compatible con la combinación de fruta de hueso madura con especias dulces y tostadas de la barrica francesa, que le confiere esa sugerente complejidad y densidad. 13% Vol y 25 euros.
IGP Vinos de la Tierra de Ibiza
Los viticultores ibicencos han pasado todo tipo de etapas desde los fenicios y sus cinco bodegas suelen trabajar con monastrell, tempranillo, cabernet sauvignon, merlot y syrah, o con variedades blancas tipo macabeo, parellada, malvasía, chardonnay y moscatel.
- La gama vintage Ibizkus Red y el rosado en barrica de Ibizkus, la bodega de moda, han catapultado a la IGP por primera vez este año a la clasificación The Wine Advocate de Robert Parker con más de 90 puntos. 14’25% Vol y 16,65 euros.