Si eres de los que disfrutan del buen vino y no puedes esperar a descorchar la primera botella del año, ¡el Vi Novell 2024 del Celler Masroig y su fiestón anual ya están aquí!
El Vi Novell es la forma que tenía históricamente el Priorat de darle la bienvenida al otoño, con el primer vino embotellado de la temporada. ¿Y qué significa eso de «novell», en castellano? Pues bien, es la palabra catalana para «nuevo», y como su propio nombre indica, este vino es el primer fruto de las viñas de este año.
Y el Celler Masroig recuperó hace ya 15 años, contra viento y marea, esa tradición, atreviéndose a elaborar y comercializar este vino joven, fresco y desenfadado que nos permite conocer la primera cosecha, vendimiado por maceración carbónica para que sea más afrutado si cabe, y cada noviembre se convierte en el protagonista de una gran fiesta en su propia finca. ¡Te aseguro que no querrás perderte la apertura de ese tonel de 300 litros que se pincha en barra libre para todos los asistentes!
Vi novell: la frescura hecha vino
El Vi Novell no es un vino cualquiera, es un vino que es origen, historia, raíces, tradición, porque recupera las costumbres de la zona de celebrar el primer vino que salía de la cosecha al poco tiempo de vendimiar. Se elabora con una mezcla de garnacha y carinyena (las uvas más representativas del Priorat), y es un vino joven muy agradable que exuda juventud, fructosidad y una acidez muy rica lo pilles por donde lo pilles.
Este año, la botella, del tipo borgoña, llega con una etiqueta chulísima diseñada por Anaïs Pont, ganadora del concurso organizado por la bodega para conseguir una imagen bandarra, vital, festiva… y con una novedad que lo hace más accesible: el clásico corcho de toda la vida ha sido sustituido por un tapón de rosca, mucho más práctico para disfrutarlo en cualquier ocasión. Fíjate en el relieve de los dedos en V que simbolizan el Vi, el noVell, la victoria, la alegría, un saludo universal que traspasa fronteras y siempre tiene un significado positivo.
Con un color rojo rubí brillante con reflejos azules, de ahí los colores escogidos por la diseñadora, este vino te conquista primero por la vista y luego por el olfato, con aromas intensos a cereza y fresa que se mezclan con suaves toques lácteos, como si abrieras un yogur. En boca, es todo un alarde de frescura y fruta, mucha fresa.
Y lo mejor es que marida con todo, pero sobre todo con comidas grasas, como pudimos comprobar en el restaurante Fragments Cafè, cuyo chef elaboró dos menús paralelos, uno vegano y otro a base de cerdo, y ambos pegaban estupendamente con el Vi Novell. Al aguacate a la brasa le siguió el cerdo frito; a la berenjena braseada, deliciosa, un brioche de ropa vieja porcina delicioso, al falso steak tartar de tomate, una brocheta de cerdo, robellón, higo y trufa fantástico, y, a la cuchara de robelón, puré de apionabo y trufa, un xuxo de cerdo con butifarra negra supersabroso.
¿Y por qué a base de cerdo? Te preguntarás tú, ¿no? Pues porque, desde hace 15 años, el Celler Masroig celebra esta tradición catalana coincidiendo con Sant Martí, el patrón del cerdo, ya sabes, la matanza que tan buenos productos nos otorga para el resto del año.
La fiesta del Vi Novell 2024: una celebración imperdible
Tú mismo/a podrás comprobarlo en el fiestón que prepara cada noviembre el Celler Masroig, que no hace las cosas a medias. Este año, la Festa del Vi Novell será el día 9 en las puertas del propio celler, y promete ser una jornada inolvidable para amantes del vino y para familias con niños, pues tendrán actividades infantiles con monitores, además de gastronomía y, por supuesto, mucho vino. Para amenizar el asunto, habrá dos conciertos, el de Joan Rovira y Sexenni, que pondrán ritmo a una velada que culminará con el tradicional ‘espinjolament’ de la bota, es decir, la apertura oficial de la primera bota del año, a las 21:00 horas.
Como vas a beber, lo mejor es no conducir, por eso Celler Masroig ha organizado autobuses desde Tarragona y Reus para que disfrutes sin preocupaciones. Durante toda la jornada, podrás degustar no solo el Vi Novell, sino también el nuevo aceite de la temporada, acompañado de una oferta gastronómica que incluye tanto opciones saladas como dulces porque ¡para beber hay que empapar!
Por cierto, Fragments Cafè nos gustó tanto, no solo por su edificio histórico y su terracita, sino también a nivel gastronómico, que volvimos a probar sus bravas, muy dignas candidatas a ganar un premio del Concurso internacional de patatas bravas, y descubrimos que tienen una estupenda carta de vinos, algunos más del Celler Masroig que nos encantan, o sea, que pásate por esa placita tan estupenda a disfrutar de un aperitivo, comida o cena en condiciones a precios humanos.