- Pampeana, en los restaurantes de Piantao, aúna una óptima calidad de cortes premium con la parrilla del chef Javier Brichetto, embajador de esta marca de carnes de la Pampa.
Estoy viviendo en Argentina en mi imaginación porque acabo de terminar novela basada entre Buenos Aires y Mendoza, donde pasé dos meses en 2019 probando cientos de vinos y probando los mejores restaurantes argentinos y las mejores carnes argentinas que mi estómago de vasco de 1,90 era capaz de digerir. Mido 1’60, no diré más.
El caso es que, cuando veo carnes argentinas o parrillas argentinas, me lanzo en plancha.
Y si encima se juntan unos cortes espectaculares de la mismísima Pampa con un chef argentino como Javier Brichetto en los dos restaurantes argentinos de Piantao, ahí que me planto yo, a ritmo de tango, porque es la BSO de mi cabeza.
Como podéis comprobar en esta lista de Spotify que he hecho para mi novela aromántico-erótico-festiva.
Aunque mi absoluta recomendación es ir a probar las carnes argentinas de Pampeana a los restaurantes argentinos de Piantao, ya sea en Chamberí o en Legazpi, si te pilla a desmano, las tienes en El Corte Inglés de toda España.
Cortes de las mejores carnes argentinas
Como están alimentados únicamente con pastos naturales sin suplementos de proteínas de origen animal (pienso), cualquiera de sus cortes te va a hacer salivar, desde el ojo de bife, lomo bajo o bife angosto, pasando por el lomo alto o bife ancho, la entraña, el solomillo o la cadera hasta el corazón de cuadril y la picaña.
Yo, en Piantao, he podido probar el ojo de bife, que se deshace como la mantequilla y tiene un saborazo que desmerece el chimichurri; y la entraña, tierna como pocas, limpia, sin ese velo que, en muchos sitios, no se molestan en quitar y te fastidia el disfrute de un corte que, antaño, en las carnicerías españolas, se solía regalar porque no era apreciado.
Dile tú a un chef argentino que vas a tirar la entraña y es posible que te meta a ti a la parrilla.
Los secretos del asado en los restaurantes argentinos
Hablando del asado, has de saber que es un ritual sagrado para mis queridos argentinos. Como solución para todo, asado. ¿Por qué? Porque el propósito es compartir, en plan Vermú Torero, desde el aperitivo con la picada mientras el parrillero va preparando el fuego en una parrilla horizontal con brasas debajo o al espiedo (asado a la cruz), hasta la sobremesa y lo que vaya surgiendo.
Si metes la mano para intervenir en la intendencia del parrillero, es posible que acabes como un cordero patagónico: abierto en canal a la estaca. Mira este vídeo de Brichetto en la cuenta de Instagram de Piantao: https://www.instagram.com/reel/CnoyO5zhhT4/?igshid=MDJmNzVkMjY=
Piantao bien piantao
Además de los cortes de carnes argentinas de Pampeana, en Piantao Chamberí (y me chivan que también en Legazpi), tienen otras delicatessen que me dejan extasiada, como la croqueta de asado con colágeno en vez de bechamel, que no te puedes imaginar lo jugosa que está.
El chupito de crema de zanahoria con queso de cabra que acompaña a los panecillos, incluido el pan de queso hecho de yuca, riquisímo; y las empanadas criollas con salsa yeshua y carne cortada a cuchillo, nada de picada ni cutreces de esas, tremendas.
Para alcalinizar, muy originales los platos vegetales, como los espárragos crudos con diferentes texturas con aroma a brasa y eneldo en salsa holandesa de sabor anisado o los cogollos con aguacate, ambos a la brasa, con berros y deliciosa salsa, platazo de aplauso colectivo.
El chorizo criollo es artesano, se hace en el propio restaurante con cortes nobles del cerdo ibérico, por eso resulta muy limpio en textura, no te encuentras trocitos de grasa o hilillos de esos que se te enganchan entre los dientes. Buen contraste con las berenjenas caseras encurtidas para limpiar.
El boniato cocinado toda la noche con azúcar de caña tiene un intensísimo sabor caramelizado, ideal para paladares golosos, que se van a quedar extasiados con la tarta de queso con dulce de leche y galleta de mantequilla (como yo, que no quería pero me trasegué una porción entera porque no podía parar de rascar).
Vinos argentinos más allá del malbec
A los vinos, ¡bendita bodega y bendita sumiller! Le pedí una variedad diferente al malbec, para variar (y para ponerla a prueba) y nos sacó dos de mis preferidos de mi expediciones vitivinícolas en Buenos Aires: El Enemigo Cabernet Franc, que es elegante y ligero; seguido de un perfil mucho más intenso pero perfecto para las carnes argentinas: Emma bonarda, un vino serio y profundo que saca lo mejor de la varietal.
Si te gusta la carne, en Barcelona te hablamos de las carnes de la Cerdanya de Vinyals.