- Gracias a la feria Mediterránea Gastrónoma, pudimos conocer a grandes talentos emergentes. Aquí te presentamos a cocineros y reposteros repartidos por toda España para que vayas a degustar sus exquisitas propuestas
Que los éxitos hay que currárselos es indiscutible, ¿no? Pero, ¿sabes lo que también hace falta para triunfar? Talento. Y, ¿qué crees que pasa si se unen esfuerzo y talento? El resultado son todos los talentos emergentes de esta lista: artistas gastronómicos.
En la feria Mediterránea Gastrónoma de Valencia que se celebró el pasado noviembre, pudimos entrevistar a los suficientes talentos emergentes como para traerte esta recopilación.
Algunos se han criado entre fogones, otros han ido experimentando hasta encontrar su pasión culinaria. Los que más, han pasado por cocinas emblemáticas en las que han aprendido de los más reputados.
Tras demostrar su esfuerzo y valía, se han convertido en talentos emergentes: han roto el cascarón y ahora son chefs de sus propios restaurantes.
Además, te dejamos el enlace a otro de nuestros artículos donde podrás completar la selección con más talentosos chefs que quizá estén en tu Comunidad Autónoma.
Como sabemos que no quieres perderte nada, te traemos esta lista con la trayectoria y lo que caracteriza a cada uno de ellos.
En Castellón
2016 fue el año en el que Aitor Martínez empezó a participar en concursos de cocina a nivel nacional. Así lo hizo en el concurso de Tapas de Valladolid 2016, aunque desde pequeño ya sabía que su sueño era ser cocinero.
Su familia abrió El Torreón en 2006. En él, Manolo, su padre, realizaba los arroces a la leña. Por su parte, Pilar creaba los entrantes y los postres con toques tradicionales de la zona, ayudada por Aitor y su hermano, Ibai.
El Torreón cambia de ubicación a Burriana y, con ello, también de nombre, pero la esencia del antiguo restaurante familiar se mantiene en Can Ros. En él, ahora es también Aitor el encargado de seguir dando protagonismo a los arroces realizados con leña de naranjo.
Otros talentos emergentes son María Adrián y José Vicente, que, unidos por la gastronomía y el deporte, decidieron innovar en su gran proyecto en común: La Farola. Situado en Alto Palancia, en Altura, cocinan “a cuatro manos” platos como los buñuelos de coliflor o los canelones con garreta de cordero de Viver.
La Farola nació sin experiencia pero con mucha ilusión: María era bióloga y José se crió en un bar de bocadillos. Lo que les dio la experiencia no fueron los stages en casas de prestigio, sino su amor por la cocina y el entusiasmo que depositaron en los fogones de un restaurante al que deberás ir con hambre.
Los caminos de Alejandra Herrador, aunque apuntaban directos a la cocina, anduvieron previamente por carreras como la arquitectura o las bellas artes. Tras decidir seguir su sueño su creatividad la lanzó a hacer prácticas en Berasategui, donde conoció a su actual pareja, Emanuel Carlucci.
Después de trabajar por el mundo juntos, volvieron a Castellón para montar el Restaurante Atalaya. Eso scon poco presupuesto pero con tanta ilusión y esfuerzo que consiguieron, en 2021, una Estrella Michelin.
Los paladares afortunados de Mediterránea Gastrónoma pudimos gozar de su tosta de pechugas en escabeche en formato tapa. Esta, un homenaje a su tía que, para tu dicha, encontrarás en el menú degustación de arroz de Atalaya, no dejó indiferente a nadie. Si quieres variar, hay otros menús también degustación pero centrados en la creatividad y en el producto castellonense.
Fernando Molina se adentró por sí mismo en el mundo de la repostería montando una pastelería familiar a los 18 años. Poco a poco, comenzó a traspasar el mundo del dulce para formarse en escuelas nacionales e internacionales de cocina como Dekora, Aula Chocovix o L’ecole du gran chocolat.
Después de cinco años en Hoffman, decide restaurar una casa centenaria y, en esta, ubicar su nuevo restaurante, La cuina de Fernando, un proyecto personal que sigue las pautas de lo que él llama la cocina directa: creaciones modernas, de mercado, pero al mismo tiempo sencillas.
En Valencia
Estrellas Michelín como La Osa, Berasategui o Mugaritz son los restaurantes por los que ha pasado Sergio Giraldo. Llegó a Valencia de la mano de Tomás Arribas, del restaurante Q’Tomas, y se enamoró tanto de la ciudad que dejó Extremadura para quedarse en ella.
Poco tardó en asomar cabeza su amor por el mar y el Mediterráneo, que lo lanzó a una aventura que hoy se llama Señuelo. Su restaurante ha sido nombrado como la quinta mejor apertura del año según The Fork. Pero también ha formado parte de la final de las mejores aperturas del año de la revista Tapas, y aparece en la lista de los 55 mejores restaurantes de la Comunidad Valenciana. Y todo eso llevando solo un año en el panorama gastronómico.
En Alicante
Miquel Gilabert no tenía claro si continuar por la rama de la sociología o lanzarse a sus orígenes: la gastronomía. Como puedes ver, optó por lo segundo. Y acertó. Todo empezó en el bar de su familia, el restaurante Mare, situado en su pueblo, Benidoleig, en Alicante. El nombre, Mare, hace referencia, no solo a su madre, con la que trabaja en el restaurante, sino a todas las mujeres que han hecho posible que hoy nos haya llegado el recetario de toda la vida.
El huerto del que obtienen los productos de su cocina está situado al lado del restaurante, así que es la garantía indiscutible de producto fresco y local. Un ingrediente mágico de su cocina es que trabajan directamente en el sarmiento, y todos los platos pasan por la brasa para tener ese toque sutil pero especial con aroma a pueblo.
Aina Serra empezó prácticas en BonAmb y, aunque estuvo una temporada de verano en La Perla de Jávea, posteriormente volvió a sus inicios en BonAmb. Este restaurante adquirió Casa Pepa, a donde Aina marchó para comenzar una gran oportunidad que ahora ostenta una Estrella Michelin y dos Soles Repsol.
Allí, el producto local, el pequeño agricultor y el pequeño comerciante son los reyes para crear una cocina de toda la vida pero con una vuelta más de tuerca. Si la ocasión se presenta, no dudéis en probar su blanquet, un plato típico valenciano que versionaron cambiando el cerdo por el pato, añadiéndole foie para crear una explosión de sabores.
Talentos emergentes en el resto de España
En Euskadi
Héctor Gran estuvo en cocinas valencianas como las de Quique Dacosta y Dani García. Aunque él es alicantino, marchó hace diez años a Euskadi: los dos primeros los pasó dos en Mugaritz y ya cumple casi ocho años en el sexto mejor restaurante del mundo, Etxebarri, en donde sigue evolucionando como segundo de cocina.
Entre los fogones de Bittor Arguinzoniz, Héctor sigue aprendiendo las técnicas de la buena parrilla en busca de nuevas motivaciones y de aportar sus conocimientos a los platos que se sirven en sus mesas.
En Andalucía
Diego René ha pasado por las cocinas de María José San Román y Berasategui en Lasarte. Entre fogones malagueños conoció a Andrea Martos y decidieron viajar por el mundo cocinando hasta que llegaron a Málaga y entraron en Beluga.
Con tal éxito que se hicieron cargo del grupo y están haciendo una cocina meridiana con menús degustación para crear la unión de las culturas de Francia, Alicante y Málaga, mostrando el recorrido vital de la familia de Diego.
Uno de los platos que lo caracterizan es su nueva creación, presentada en la feria: un caldero tabarquino de cuscús a banda, al estilo de los marineros de Argelia que no tenían ni fideos de arroz en sus despensas, manteniendo el caldo de pescado común en todas las culturas mencionadas.
Por no hablar de que el pan no lo sirven con aceite, sino con ali oli de mortero, al estilo alicantino. Poco después de Beluga, montaron Kraken, Cambara y Pezwanda, todos famosos por sus arroces.
En Castilla La Mancha
Fátima Gismero nació prácticamente en la pastelería de sus abuelos creada en 1931, en Pioz, Guadalajara. Tras formarse concienzudamente en escuela de pastelería en Madrid y en la EPGB (escuela de pastelería del gremio de Barcelona), trabajó con los mejores profesionales.
Reconocida como pastelera revelación en Madrid Fusión 2021, actualmente lleva ella las riendas del negocio convirtiéndolo en Panadería Pastelería Fatima Gismero, donde puedes probar su última creación: el turrón de palmeras de chocolates con forma de palmeras. ¡Y prueba sus abejitas de chocolate y miel!
En Barcelona
Después de formarse en el Centro Superior de Hostelería de Santiago de Compostela, Manuel Nuñez, coruñés de cuna, inició su aprendizaje en cocinas emblemáticas como las de El Amparo en Madrid o Casa Solla en Pontevedra. Después creó Aruma, en Barcelona, restaurante con el que ganó el concurso de la Tapa del año en Cataluña en 2015.
Con ganas de renovarse, en 2018 se fue temporalmente a Suecia, y allí trabajó en restaurantes Michelin como Gastrologik o Ekstedt. En 2021 llegó Besta, una conexión de cocina entre dos mares: el atlántico gallego y el mediterráneo catalán. Sus creaciones gastronómicas son propias y originales, influenciadas por la vida viajera de Manuel y sus socios: la abogada y chef gallega Rocío Rodríguez y el chef catalán Carles Ramón, antiguo jefe de cocina del grupo Brindisa.
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Un talento internacional
Todo comenzó antes de los 15 años, cuando Marcos Campos empezó a estudiar en la escuela de cocina de Cheste. Tras aprender la base de la cocina española en La Osa, en Cuenca, cogió la mochila y marchó a ver mundo, primero en restaurantes de Dinamarca y luego en otros de Chicago, donde creó el Restaurante Porto.
En él representa una cocina española, atrevida, elaborada solamente en carbón y leña, sin gas. En EEUU ha sorprendido porque las referencias gastronómicas españolas eran las tapas. Convencido del nivel de la comida de su país y de su Comunidad Autónoma, no dudó en darla a probar en su restaurante. Tanto fue el éxito que se ha alzado con el título de chef más joven con estrella Michelin en EEUU.