El txakolí o chacolí es un vino con personalidad propia elaborado principalmente en las provincias vascas de Guipúzcoa, Vizcaya y Álava. Te proponemos siete referencias que te van a volar la cabeza.
El cambio climático está marcando las vendimias y la acidez de los vinos, y ahí el txakolí, que antes nos parecía un limón exprimido, ahora tiene la batalla ganada y está dando verdaderas joyas como las que te mostramos aquí.
Lo que diferencia al txakolí de otros vinos es el uso mayoritario de uvas blancas hondarrabi zuri y tinta hondarrabi beltza. Otras variedades permitidas son gros manseng, petit manseng y petit corbu, hasta de Chardonnay lo hemos probado. Se recomienda servirlo frío, entre 5-7ºC, para apreciar sus cualidades.
El txakolí, como su nombre en euskera indica (txakolina), se elabora tradicionalmente en caseríos y bodegas subterráneas desde la Edad Media, según documentan Juanjo Hidalgo y José Miguel Llano en su libro “El Txakoli en Álava/Arabako Txakolina”, con documentos de los siglos IX, XIII, XIV y XV. De ahí surgen las Denominaciones de Origen propias de las tres provincias:
- DO Getaria-Getariako Txakolina,
- DO Bizkaia-Bizkaiko Txakolina
- DO Álava-Arabako Txakolina
El txakolí suele sorprender por su rica acidez que te hace salivar y baja graduación, y es ideal para acompañar un tapeo o poteo informal. Si bien, últimamente, hemos descubierto cómo bodegas innovadoras como Ameztoi o Hika (foto de portada y de su magnífico espumoso) han añadido técnicas como la crianza sobre lías o en barrica e incluso espumosos y vendimias tardías para sorprender con txakolís más complejos y untuosos. Pero esos os los reservaremos para otro artículo a los suscriptores. ¡Suscríbete aquí si quieres recibirlo!
Nuestras propuestas
Es un buen representante del txacolí de añada de Bizkaiako Txakolina, con 90% de hondarrabi zuri y 10% de un notorio riesling, ambas cultivadas en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, con una curiosa maceración pelicular en frío que le da esos toques florales, cítricos y tropicales. Muestra cierto volumen en boca, aunque no tanto como su hermano mayor, el Berroja 2017, porque la fermentación en lías durante ocho meses le confiere más poderío. 12% Vol y 8 euros.
Se trata de un blend de hondarrabi zuri 80% con 10% de gros manseng y 10% de petit courbu, de la Bodega Artomaña, en la DO Arabako chacolína. Aportan una criomaceración en el proceso de elaboración, que se suma a la crianza en lías lías y al batonage (remover los fondos de la cuba) repara intensificar los aromas que se desprenden al abrir la botella. Muestra gran estructura en boca y durabilidad sin perder la frescura típica. 12,5% Vol y 6,50 euros en su tienda on line.
Con seis meses en barricas de acacia, es un claro ejemplar del buen txakolí de hondarrabi zuri 100% de viñedos antiguos de la DO Getariako Txakolina. Es sedoso sin perder esa puntiaguda acidez típica, afrutado a la par que fresco. Perfecto con comida grasa. 12% Vol y 15,70 euros.
Es un 100% hondarrabi zerratia, de la DO Bizkaiko chacolína, fermentado en barrica durante un año, lo cual le rebaja la acidez y hace que te envuelva la boca con toda su fruta. Te lo puedes comer perfectamente con un rodaballo a la brasa o una chuleta de cebón. La añada de 2015 fue galardonada como Mejor Vino Blanco del Mundo por el Concurso Mundial de Bruselas 2019. 13% Vol y 19,90 euros.
5. Gaintza Roses Producción limitada 2019
Es un magnífico representante del txakolí rosado (que sí, también existe). Con 50% hondarrabi beltza y 50% hondarrabi zuri, de la bodega Gaintza, en la DO Getariako Txakolina, reposa sobre sus lías durante cuatro o cinco meses y es de una sedosidad pasmosa para la acidez picante que suele tener el txakoli. De un color melocotón suave precioso con frutos silvestres de fondo bucal. 11,5% Vol y 16,17 euros.
Es un espumoso natural Brut Nature rosado de la DO Getariako Txakolina, un 50% hondarrabi zuri y 50% hondarrabi beltza, cosecha Millésime 2016. Sabe como un ramo de rosas con matices anaranjados en boca, de un color espectacular y muy limpio. Está laborado por el método tradicional botella a botella en la propia bodega de Hirutza, en Hondarribia. Corred a probarlo porque sale una producción limitada de solo 2.270 botellas. 12% Vol y 21 euros.
7. Talai Berri txakolin beltza
Es una agradable sorpresa, porque es un chacolí tinto de Getariako Txakolina y porque sabe a puro bosque vasco; te adentras en sus sabores herbáceos, frescos, con un punto a pimiento verde que recuerda a la familia de las cabernet sauvignon o franc. Y, con toda su bravura en boca, solo tiene 12,5 % Vol y vale 11,50 euros.